Tener hambre no es solo cuando
las entrañas apuran
salivar la presencia
es ansiar el alma
oler cada giro en la sombra
es rastrear el secreto mejor
tener hambre no es solo cuando
las tripas y espinazo se aúnan
es imaginar la carne fiera
y recorrerla con la lengua
llevar a las papilas el sudor
de la pasión que entre las bocas se goza
tener hambre no es solo cuando
falta el pan sobre la mesa
sino la ausencia de amor en la vida.
© Lichazul ®
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